María Rosa Lojo publicó una nota,
en la versión on-line de la revista Ñ, sobre el secuestro femenino en la
literatura, “El
infierno de las mujeres”, a partir del caso de Marita Verón. La nota
comienza con la historia de la primera mujer secuestrada de la literatura nacional
(todavía no Argentina): Lucía Miranda.
La historia de Lucía Miranda aparece escrita por primera vez por Ruy
Díaz de Guzmán en su libro La Argentina manuscrita (1612),
considerados el primer escritor nativo del Río de la Plata y la primera obra
histórica patriótica. Si bien este libro sigue muy de cerca al poema épico
escrito por Martín del Barco Centenera, también llamado La
Argentina, Ruy Díaz agrega una serie de relatos que luego se convertirán
en las primeras leyendas criollas: las historias de La Maldonada y de Lucía
Miranda.
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La Ranchería |
Llegada a estas costas en la expedición de Gaboto que funda el puerto
Sancti Spiritus a orillas del río Carcaraña, Lucía y su marido Sebastián
Hurtado son secuestrados por dos caciques hermanos de los pueblos Timbúes:
Siripo y Mangoré. Guzmán cuenta que luego de la muerte de Mangoré, el
secuestrador, su hermano toma el poder y también se enamora de ella. Lucía
finge amarlo a cambio de que su marido siga con vida, pero cuando Siripo
descubre el engaño manda a torturar y matar a la pareja.
A pesar de que hubo reescrituras de esta historia, por ejemplo la de
Hugo Wast, un punto interesante es que en 1789 se estrena en el primer teatro
de Buenos Aires, llamado La Ranchería, una obra del criollo Manuel José de
Lavardén llamada Siripo. Si bien la obra se perdió en el incendio que destruyó
el teatro, los pocos fragmentos conservados nos cuentan que Lavardén desarrolla
en esta historia sobre la primera mujer secuestrada en la literatura
nacional, un conflicto de temática americana, pocos años antes de la declaración de la Independencia, temática desarrollada por primera vez en el
teatro colonial “argentino”. Un largo periplo para Lucía Miranda…