
Nicolás se explayó más sobre el proceso de escritura. Dado que, a diferencia de Mario Méndez, él no trabajó con cuentos que podían incorporar elementos biográficos sino que se dedicó a recopilar y reescribir leyendas argentinas, habló más de las fuentes. Contó que estas historias fueron producto de una investigación propuesta por la editorial, y que, más allá de que alguna de las historias se las contaba su abuela cuando él era chico, el mayor trabajo fue producto de lecturas. Dejó una frase que me parece muy lúcida: "Los libros nacen de los libros".
También habló de su forma de trabajo. Uno de los chicos le preguntó si tenía un lugar específico para escribir; entonces Nicolás contó que el lugar es donde tiene su computadora, pero que últimamente está escribiendo más a mano porque la pantalla genera una distancia con el texto, en cambio la escritura en papel produce una cercanía mayor con lo que escribe y, además, si una idea lo asalta fuera de su lugar de trabajo, le permite sentarse en un café y no dejar pasar ese momento de inspiración.
Muchas gracias Nicolás! La próxima entrada, la visita de Adela Basch!!
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