miércoles, 25 de septiembre de 2013

El fantasma de Canterville


“El amor es más fuerte que la muerte”

Oscar Wilde era considerado el más grande conversador londinense del último cuarto del siglo XIX. Su brillante formación académica, su talento, el encanto personal y su ingenio le abrieron camino en el ambiente literario. En contra de las rígidas costumbres de la época victoriana, Wilde se dedicó a disfrutar de todo lo que consideraba placentero. Sus críticas, su fuerte cinismo y su homosexualidad lo llevaron a él a la muerte, luego de dos años de prisión, y a su obra hacia la inmortalidad.

“Adquiriré el fantasma junto con el mobiliario. 
Vengo de un país moderno, en el cual 
tenemos todo lo que el dinero puede comprar”

 Cuando un ministro norteamericano compra en Londres un castillo, el dueño le avisa que en el habita un huésped antiguo. El fantasma de Sir Simón de Canterville asusta, desde 1575, a todos lo que se atreven a vivir en el lugar. Pero, en este caso, es el fantasma inglés quien no está preparado para la practicidad norteamericana: “Mi estimado señor-le dice el ministro- permítame que le ruegue que engrase esas cadenas. Para ello le he traído una botella del lubricante «Sol Naciente de Tammany»”; tampoco resiste las emboscadas y ataques de los mellizos o al obstinado hijo mayor, que limpia diariamente la mancha de sangre que hace aparecer el fantasma con el limpiador quitamanchas «Campeón de Pinkerton». Una sátira divertida sobre una época de transición.
 Letras de canciones
“Paso a través de la gente
como el fantasma de Canterville” 
Una canción fantasma
  Corría la agitada década del ´70 y a un grupo de músicos del incipiente Rock Nacional se les ocurre juntarse para formar una banda que les permita unir fuerzas y talentos para enfrentar un momento social bastante complicado. De esta unión nace Porsuigieco (nombre parodiado por Capusotto en su personaje “El Porsuigieco”). 
Raúl Porchetto; Charly García y Nito Mestre (Sui Generis); León Gieco y María Rosa Yorio se unieron para grabar un disco acompañados de algunos músicos como Oscar Moro en batería, Rinaldo Rafanelli en bajo, Pino Marrone (guitarrista de Crucis) y Leo Sujatovich en teclados. La banda edita, en el año 1976, su primer y único disco llamado, obviamente, “Porsuigieco”. Para este disco es que Charly García compone una canción que quiere que cante León Gieco: la canción es “El fantasma de Canterville”. Esta primera versión es censurada por contener frases que no eran convenientes para la dictadura militar: “He muerto muchas veces acribillado en la ciudad / pero es mejor ser muerto que un número que viene y va”. Sin embargo, una pequeña tirada de la primera edición del disco anuncia el tema “Antes de gira” pero contiene la canción de García.
 
Ese mismo año, 1976, León Gieco edita su tercer álbum de estudio llamado (qué novedad) como la canción censurada. En este disco aparece la versión de “El fantasma…” con la letra alterada que hizo conocida León (“He muerto muchas veces rodando sobre la ciudad”). Recién en 1994, en el disco Desenchufado, León vuelve a cantar “El fantasma…” con su letra original. Ese mismo año se edita el disco Adiós Sui Generis Vol. III, que contiene los temas que tocaron Charly y Nito en su concierto de despedida el 5 de septiembre de 1975 en el Luna Park y no fueron grabados en los volúmenes I y II (editados aquel mismo año). En este disco se puede escuchar la primera versión de “Canterville”, un tema que habla de “las pálidas, loco”.

lunes, 16 de septiembre de 2013

1984, George Orwell

“Una minoría de uno solo”

1984 es una ficción distópica, o sea, lo opuesto a la Utopía. Luego de participar de la Guerra Civil Española, defendiendo a la República, Orwell imagina un futuro no muy lejano donde tres superpotencias se reparten el mundo y controlan la vida de las personas. Winston Smith vive en Londres y busca la forma de rebelarse contra el Partido dirigido por su guía paternal: el Gran Hermano. Sofocado por las Telepantallas que lo observan todo el tiempo; la Policía del Pensamiento que puede estar encarnada en cualquier persona; los cohetes que caen constantemente y las mentiras que debe escribir para el Partido, Winston incurre en el crimental: piensa como individuo y ama. Pero el Partido es un organismo totalizador del que no se puede escapar.

“Quien controla el pasado, controla también el futuro.
Quien controla el presente controla el pasado”

Escrita en 1948, 1984 es considerada parte de la trilogía de las antiutopías de principios del siglo XX, junto a Un mundo feliz (Brave new World, 1932), de Aldous Huxley, y Fahrenheit 451 (1953) de Ray Bradbury. Sin embargo, también forma parte de una trilogía, aunque no es una saga, del autor, junto con Homenaje a Cataluña (1938) y Rebelión en la granja (Animal Farm, 1945), donde critica el control estalinista del Partido Comunista y las mentiras que se usaban como propaganda para la manipulación informativa.

En el cine
1984 (1956), director: Michael Anderson, Edmond O'Brien (Winston Smith) y Jan Sterling (Julia). El dormilón (1973), Woody Allen y Diane Keaton. 1984 (1984), Michael Radford, John Hurt (Winston Smith), Richard Burton (O'Brien) y Suzanna Hamilton (Julia). Brazil (1985) director: Terry Gilliam, Jonathan Pryce y Robert De Niro.

martes, 5 de marzo de 2013

Acentuación y tildación II

   En el post anterior, Acentuación y tildación, trabajamos sobre las Reglas Generales de Acentuación ortográfica (si no lo recordás te recomiendo que lo vuelvas a ver). En esta ocasión vamos a ver las Reglas Especiales de Tildación.
   El diptongo  
   Cuando la sílaba que lleva el acento es un diptongo (dos vocales que se pronuncian en la misma sílaba: au-to, vue-lo), se mantienen las Reglas Generales de Acentuación:
Llevan tilde recién o después (palabras agudas terminadas en -n, -s o vocal), pero no licuar (termina en -r).
Lleva tilde huésped (palabra grave que no termina en -n, -s o vocal) pero no piensa.
Llevan tilde jesuítico y lingüística siempre.
   El hiato
   Cuando dos vocales aparecen juntas pero no se pronuncian en la misma sílaba se produce el hiato. En general, estas palabras siguen las Reglas Generales de Acentuación:
Lleva tilde león pero no caer (palabras agudas no terminadas en -n, -s o vocal).
No llevan tilde aldea ni poeta.

Sin embargo, la excepción más importante (y donde se suelen cometer mayor cantidad de errores) es la siguiente: las palabras que combinan una vocal abierta (a, e, o) con una cerrada acentuada (i, u), llevan tilde siempre, sin importar las Reglas Generales de Acentuación:
Llevan tilde siempre país, reír, ataúd (aunque sean agudas); día, caída, increíble o dúo (aunque sean graves) y vehículo o volvíamos (aunque sean esdrújulas). 
   Grupos -ui y -iu
   Como este grupo se forma con dos vocales cerradas (en otra época se las llamaba "débiles"), a los efectos de la acentuación se los considera diptongo.
No llevan tilde destruir (palabras agudas no terminadas en -n, -s o vocal), o incluido (grave-vocal). 
Si llevan, si la Regla lo requiere, sobre la segunda vocal: jesuítico.

Para la próxima la Tilde Diacrítica.

viernes, 22 de febrero de 2013

Lucía Miranda

   María Rosa Lojo publicó una nota, en la versión on-line de la revista Ñ, sobre el secuestro femenino en la literatura, “El infierno de las mujeres”, a partir del caso de Marita Verón. La nota comienza con la historia de la primera mujer secuestrada de la literatura nacional (todavía no Argentina): Lucía Miranda.
   La historia de Lucía Miranda aparece escrita por primera vez por Ruy Díaz de Guzmán en su libro La Argentina manuscrita (1612), considerados el primer escritor nativo del Río de la Plata y la primera obra histórica patriótica. Si bien este libro sigue muy de cerca al poema épico escrito por Martín del Barco Centenera, también llamado La Argentina, Ruy Díaz agrega una serie de relatos que luego se convertirán en las primeras leyendas criollas: las historias de La Maldonada y de Lucía Miranda.
La Ranchería
   Llegada a estas costas en la expedición de Gaboto que funda el puerto Sancti Spiritus a orillas del río Carcaraña, Lucía y su marido Sebastián Hurtado son secuestrados por dos caciques hermanos de los pueblos Timbúes: Siripo y Mangoré. Guzmán cuenta que luego de la muerte de Mangoré, el secuestrador, su hermano toma el poder y también se enamora de ella. Lucía finge amarlo a cambio de que su marido siga con vida, pero cuando Siripo descubre el engaño manda a torturar y matar a la pareja.
   A pesar de que hubo reescrituras de esta historia, por ejemplo la de Hugo Wast, un punto interesante es que en 1789 se estrena en el primer teatro de Buenos Aires, llamado La Ranchería, una obra del criollo Manuel José de Lavardén llamada Siripo. Si bien la obra se perdió en el incendio que destruyó el teatro, los pocos fragmentos conservados nos cuentan que Lavardén desarrolla en esta historia sobre la primera mujer secuestrada en la literatura nacional, un conflicto de temática americana, pocos años antes de la declaración de la Independencia, temática desarrollada por primera vez en el teatro colonial “argentino”. Un largo periplo para Lucía Miranda…
   

lunes, 14 de enero de 2013

Crítica de críticas

  Ya se publicó el último libro de crítica de Beatriz Sarlo: Ficciones argentinas, cuyo subtítulo es 33 ensayos.
  El primer tema que surge cuando uno lo lee es el de la dificultad de realizar crítica literaria cuando se trata de autores publicados en los últimos años. Sarlo comenta libros aparecidos entre el 2007 y el 2012. En realidad, tampoco son "ensayos". Lo que compila Sarlo son reseñas o, como ella las llama, "notas que aparecieron en el suplemento cultural del diario Perfil". Entonces no hay un programa de análisis literario o una serie de tesis sobre la literatura actual; hay una serie de reseñas, 33, que a menos que uno haya leído los 33 libros, o algunos de ellos, son difíciles de apreciar. Lejos está este libro de Una modernidad periférica: Buenos Aires 1920 y 1930, de 1988 o de Borges, un escritor en las orillas, de 1998; pero como a aquellos, seguramente el tiempo le dará la razón. 
  Por otro lado, y para continuar con el desafía aceptado, Sarlo nos propone 18 autores nuevos para nuestro "mapa de autores argentinos ultra contemporáneos": Luis Gusmán, Gabriela Massuh, Juan Diego Incardona, Sergio Chejfec, Pola Oloixarac, Matías Capelli, Diego Meret, Eduardo Muslip, Pedro Lipcovich, Matilde Sánchez, Gonzalo Castro, Mariana Dimópulos, Iosi Havilio,  Damián Ríos, Hernán Vanoli, Jorge Consiglio, Matías Capelli y Laura Alcoba. Como ya dije, está invitad@ quien desee.